Netanyahu ha lanzado un ultimátum, al inicio del Ramadán el diez de marzo se intensificará en Rafá el exterminio de la población civil de Gaza, algo que el mundo ve con espanto y que hasta el gobierno cómplice de Biden ha tenido que censurar en vista de la caída de su popularidad frente a las próximas elecciones. Mientras tanto los hospitales dejan de funcionar por falta de medicamentos electricidad y agua, uno de cada seis niños padece hambruna y el resto se encamina en esa dirección. Con las fronteras y la ayuda humanitaria bloqueadas, los escasos voluntarios que se animan a introducir algo de alimento a la franja se encuentran con multitudes de personas arrebatándose el alimento, peleando unos contra otro por un pedazo de pan, asaltando a quien trata de ayudarles. ¿Es este un comportamiento humano? Para la cúpula sionista que gobierna el estado de Israel los palestinos son animales humanos y merecen ser tratados como tales, para los militares del estado judío merecen todavía menos, ráfagas de metralla. A este respecto es pertinente recordar las palabras de Primo Levi, judío sobreviviente de los campos de exterminio alemanes, a continuación comparto las líneas que sirven de introducción a su obra, bajo el mismo título:
Si esto es un hombre
Los que viven seguros
En sus casas tibias
Los que se encuentran, al volver por la tarde,
La comida caliente y los rostros amigos:
Consideren si es un hombre
Quien trabaja en el fango
Quien no conoce la paz
Quien lucha por la mitad de un panecillo
Quien muere por un sí o por un no.
Consideren si es una mujer
Quien no tiene cabellos ni nombre
Ni fuerzas para recordarlo
Vacía la mirada y frío el regazo
Como una rana invernal
Piensen que esto ha sucedido:
Les encomiendo estas palabras.
Grábenlas en sus corazones
Al estar en casa, al ir por la calle,
Al acostarse, al levantarse;
Repítanselas a sus hijos.
O que su casa se derrumbe,
La enfermedad los imposibilite,
Sus descendientes les vuelvan el rostro.
Primo Levi
Modernidad especulativa 